SE RECUERDA EN TODO EL MUNDO LA REVOLUCION DE LOS CLAVELES

 Cuentan que minutos antes del 25 de abril de 1974 sonó en la radio una canción que se convertiría en un símbolo: Grandola Vila Morena.
  • Cuentan que la gente, sin ningún tipo de premeditación, sin ponerse de acuerdo, salió a las calles en silencio para poner fin a la más larga y menos conocida dictadura europea, la del régimen de António de Oliveira Salazar.
    Cuentan que una mujer desconocida de la historia vio un puesto de flores y compró claveles rojos.
  • Dicen que fue esa misma mujer la que vio a un soldado, ya cansado de los males causados en su patria con un fusil al hombro y le colocó uno de los claveles comprados.
    Dicen que la gente, viendo ese gesto fue a ese puesto de flores y otros a comprar claveles rojos y así todo el pueblo colocó miles de claveles rojos en las puntas de los fusiles, como símbolo de la sangre derramada pero también para que nunca más sean disparados.
    Cuentan los que estuvieron ese 25 de abril de 1974 en las calles, que soldados y población civil caminaron juntos por la paz y convirtieron a ese día en el único en el mundo en el cual se pudo derrocar a un gobierno militar sin una sola gota de sangre.
    Dicen los pueblos más civilizados, que la única y mejor manera de cosechar el bien es sembrarlo. Y hoy ese pensamiento se encuentra vigente, tal como se comenzó allá en Portugal un 25 de abril de 1974.
                                                                                                                       Andrea Lopes



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