BUENOS AIRES SE LLENA DE FADO CON CARMINHO
PORTUGAL QUERIDO es el libro de los inmigrantes portugueses. Historias reales, testimonios conmovedores, un libro único en su tipo. PIDALO hoy a lusodescendientes@yahoo.com.ar
Carminho se presentará este domingo por primera vez en nuestro país
para cerrar el Festival de Fado, que se desarrolla desde el viernes en
el CCK con entrada libre y gratuita. Además de la joven música
portuguesa, se destaca el concierto que se realizará en el día de hoy a
las 20 horas por parte del guitarrista y cantante Marco Rodrigues junto a
la intérprete Luisa Rocha, además de atractivas mesas redondas, charlas
y proyecciones.
Antes de su debut argentino, Carminho habló con Infobae sobre crecer en una familia de artistas, la tristeza intrínseca de su música y sus ídolos argentinos.
—Usted nació en una familia de reconocidos músicos de fado de Portugal. ¿Siempre supo que quería dedicarse a la música?
—Siempre
supe que el fado sería parte de mi vida, es un lenguaje natural que
aprendí cuando era niña, pero nunca pensé que podría ser mi profesión.
Pero a los 23 años me di cuenta que esto era realmente mi vocación y
desde entonces me he dedicado en cuerpo y alma a la música.
—Es
considerada una cantante de fados, pero en su último disco "Canto"
aparecen otros sonidos, especialmente música brasileña. ¿Le interesaría
incursionar con otros géneros o cree que se mantendrá fiel al fado?
—No
tengo pretensiones de abandonar el fado. Es una música con una gran
historia que se transmite de generación en generación para que cada
artista y cada época tenga su propia cadencia, su propio tiempo. Sin
embargo, lo que a mí me gusta es interpretar poemas y canciones,
independientemente de su estilo. En este último disco el gran tema es la
música tradicional portuguesa de muchas regiones y no sólo fado, ya que
Portugal es rica en diferentes estilos. Invité a tocar a muchos músicos
que admiro no sólo por su trabajo sino también por la forma en defender
y preservar su identidad. Es exactamente lo que tratamos de hacer. Y en
vínculo con Brasil es algo natural, compartimos el mismo idioma y tuve
el honor de trabajar con músicos increíbles de ese país.
—Según
la gran Amalia Rodrigues, para cantar fado hay que nacer siendo capaz
de sentir la angustia de las personas. ¿Está de acuerdo con que un
cantante de fado tiene que ser una persona melancólica, de gran
sensibilidad?
—El fado
no solo le canta a la tristeza. Es más, diría que no es un estilo
triste sino profundo. Sin embargo, creo que hay que ser muy sensibles a
nuestros estados de ánimo y los de los demás. Los portugueses son, por
naturaleza, un pueblo nostálgico, al igual que el propio fado.
Carminho se presentará este domingo por primera vez en nuestro país
para cerrar el Festival de Fado, que se desarrolla desde el viernes en
el CCK con entrada libre y gratuita. Además de la joven música
portuguesa, se destaca el concierto que se realizará en el día de hoy a
las 20 horas por parte del guitarrista y cantante Marco Rodrigues junto a
la intérprete Luisa Rocha, además de atractivas mesas redondas, charlas
y proyecciones.
Antes de su debut argentino, Carminho habló con Infobae sobre crecer en una familia de artistas, la tristeza intrínseca de su música y sus ídolos argentinos.
—Usted nació en una familia de reconocidos músicos de fado de Portugal. ¿Siempre supo que quería dedicarse a la música?
—Siempre
supe que el fado sería parte de mi vida, es un lenguaje natural que
aprendí cuando era niña, pero nunca pensé que podría ser mi profesión.
Pero a los 23 años me di cuenta que esto era realmente mi vocación y
desde entonces me he dedicado en cuerpo y alma a la música.
—Es
considerada una cantante de fados, pero en su último disco "Canto"
aparecen otros sonidos, especialmente música brasileña. ¿Le interesaría
incursionar con otros géneros o cree que se mantendrá fiel al fado?
—No
tengo pretensiones de abandonar el fado. Es una música con una gran
historia que se transmite de generación en generación para que cada
artista y cada época tenga su propia cadencia, su propio tiempo. Sin
embargo, lo que a mí me gusta es interpretar poemas y canciones,
independientemente de su estilo. En este último disco el gran tema es la
música tradicional portuguesa de muchas regiones y no sólo fado, ya que
Portugal es rica en diferentes estilos. Invité a tocar a muchos músicos
que admiro no sólo por su trabajo sino también por la forma en defender
y preservar su identidad. Es exactamente lo que tratamos de hacer. Y en
vínculo con Brasil es algo natural, compartimos el mismo idioma y tuve
el honor de trabajar con músicos increíbles de ese país.
—Según
la gran Amalia Rodrigues, para cantar fado hay que nacer siendo capaz
de sentir la angustia de las personas. ¿Está de acuerdo con que un
cantante de fado tiene que ser una persona melancólica, de gran
sensibilidad?
—El fado
no solo le canta a la tristeza. Es más, diría que no es un estilo
triste sino profundo. Sin embargo, creo que hay que ser muy sensibles a
nuestros estados de ánimo y los de los demás. Los portugueses son, por
naturaleza, un pueblo nostálgico, al igual que el propio fado.
Carminho se presentará este domingo por primera vez en nuestro país
para cerrar el Festival de Fado, que se desarrolla desde el viernes en
el CCK con entrada libre y gratuita. Además de la joven música
portuguesa, se destaca el concierto que se realizará en el día de hoy a
las 20 horas por parte del guitarrista y cantante Marco Rodrigues junto a
la intérprete Luisa Rocha, además de atractivas mesas redondas, charlas
y proyecciones.
Antes de su debut argentino, Carminho habló con Infobae sobre crecer en una familia de artistas, la tristeza intrínseca de su música y sus ídolos argentinos.
—Usted nació en una familia de reconocidos músicos de fado de Portugal. ¿Siempre supo que quería dedicarse a la música?
—Siempre
supe que el fado sería parte de mi vida, es un lenguaje natural que
aprendí cuando era niña, pero nunca pensé que podría ser mi profesión.
Pero a los 23 años me di cuenta que esto era realmente mi vocación y
desde entonces me he dedicado en cuerpo y alma a la música.
—Es
considerada una cantante de fados, pero en su último disco "Canto"
aparecen otros sonidos, especialmente música brasileña. ¿Le interesaría
incursionar con otros géneros o cree que se mantendrá fiel al fado?
—No
tengo pretensiones de abandonar el fado. Es una música con una gran
historia que se transmite de generación en generación para que cada
artista y cada época tenga su propia cadencia, su propio tiempo. Sin
embargo, lo que a mí me gusta es interpretar poemas y canciones,
independientemente de su estilo. En este último disco el gran tema es la
música tradicional portuguesa de muchas regiones y no sólo fado, ya que
Portugal es rica en diferentes estilos. Invité a tocar a muchos músicos
que admiro no sólo por su trabajo sino también por la forma en defender
y preservar su identidad. Es exactamente lo que tratamos de hacer. Y en
vínculo con Brasil es algo natural, compartimos el mismo idioma y tuve
el honor de trabajar con músicos increíbles de ese país.
—Según
la gran Amalia Rodrigues, para cantar fado hay que nacer siendo capaz
de sentir la angustia de las personas. ¿Está de acuerdo con que un
cantante de fado tiene que ser una persona melancólica, de gran
sensibilidad?
—El fado
no solo le canta a la tristeza. Es más, diría que no es un estilo
triste sino profundo. Sin embargo, creo que hay que ser muy sensibles a
nuestros estados de ánimo y los de los demás. Los portugueses son, por
naturaleza, un pueblo nostálgico, al igual que el propio fado.
Nota de INFOBAE
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