HOMENAJEARON EN COMODORO RIVADAVIA A UNA INMIGRANTE PORTUGUESA
ANA MARIA DA CONCEIÇÃO DE MIRANDA RODRIGUES
Ana María da Conceição llegó a la Argentina el 28 de diciembre de 1964. Ella es la síntesis de los desencuentros y encuentros familiares, provocados por la emigración y la guerra.
Llegó aquí con su mamá a buscar a su hermano Manuel, quien –apenas con doce años, había venido con su tío un año antes- La intención era regresar todos a Portugal, donde habían quedado su padre y un hermano.
Pero…aquí en Argentina estaba la familia de su mamá Ángela, quien -por paradojas de la vida- vino a conocer a su padre, 38 años después, ya que don José había emigrado cuando Ángela tenía dos años...
Encontraron tanto cariño familiar en esta tierra, que aquí se quedaron y lo completaron al año siguiente con la llegada de su padre Manuel.
El gran ausente fue su hermano Samuel, que no pudo emigrar por estar bajo bandera, en pleno conflicto bélico con Angola.
Ana María se aquerenció definitivamente en esta nueva patria, que le permitió formar su familia y echó raíces que la enorgullecen, y agradece la hospitalidad de este bendito suelo argentino.
Recibió un diploma por sus años de residencia en Argentina, entregado por la Dirección Nacional de Migraciones. El acto fue organizado en Comodoro Rivadavia por la Federación de Comunidades Extranjeras.
Envíe sus textos y comentarios a lusodescendientes@yahoo.com.ar
Ana María da Conceição llegó a la Argentina el 28 de diciembre de 1964. Ella es la síntesis de los desencuentros y encuentros familiares, provocados por la emigración y la guerra.
Llegó aquí con su mamá a buscar a su hermano Manuel, quien –apenas con doce años, había venido con su tío un año antes- La intención era regresar todos a Portugal, donde habían quedado su padre y un hermano.
Pero…aquí en Argentina estaba la familia de su mamá Ángela, quien -por paradojas de la vida- vino a conocer a su padre, 38 años después, ya que don José había emigrado cuando Ángela tenía dos años...
Encontraron tanto cariño familiar en esta tierra, que aquí se quedaron y lo completaron al año siguiente con la llegada de su padre Manuel.
El gran ausente fue su hermano Samuel, que no pudo emigrar por estar bajo bandera, en pleno conflicto bélico con Angola.
Ana María se aquerenció definitivamente en esta nueva patria, que le permitió formar su familia y echó raíces que la enorgullecen, y agradece la hospitalidad de este bendito suelo argentino.
Recibió un diploma por sus años de residencia en Argentina, entregado por la Dirección Nacional de Migraciones. El acto fue organizado en Comodoro Rivadavia por la Federación de Comunidades Extranjeras.
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