MAFALDA ARNAUTH DESLUMBRO A BUENOS AIRES

LA NOCHE DONDE EL FADO FUIMOS TODOS

Puntualmente comenzaron a sonar los acordes del primer fado de la noche e inmediatamente una voz profunda y llena de luz, nos transportó a través de la música, al lejano Portugal.

Mafalda Arnauth es de esas personas que sin conocerlas se sabe de qué están hechas. Dueña del escenario, lo recorre a su antojo, sabiendo que nació para hacer del canto su profesión. Y dar lo mejor de sí en cada una de las interpretaciones llevadas a cabo.

Enamorada de Argentina y Buenos Aires, es la segunda vez que la gran fadista pisa suelo porteño. En este caso, quien tuvo el placer y honor de tenerla es el teatro ND/Ateneo, en pleno centro de Buenos Aires.

Cerca del Teatro Colón, del Obelisco y la Avenida 9 de Julio, donde se siente el tango y los argentinos nos sentimos más argentinos, ahí cerquita del corazón de este país, una fadista portuguesa se dio el gusto de llenar un teatro para que todos aquellos que tuvieron el privilegio de asistir pudieran disfrutar de su gran talento e inigualable voz.

No cabe dudas que viéndola en el espectáculo brindado, guarda un cariño especial por Argentina, ya que en contadas ocasiones fue en busca de su idioma de origen. Maneja el castellano casi a la perfección y hace con éste, guiños al público, convirtiéndolo así, definitivamente, en su cómplice y aliado.

El show, dividido en bloques de canciones, hizo un recorrido por sus más emblemáticas canciones del último álbum de Mafalda "Fadas" y de álbumes anteriores.

Asimismo se permitió y, de esta forma, pudimos apreciar, tres grandes momentos: el primero de ellos el llevado a cabo por el guitarrista Ramón Maschio y los demás músicos con una performance espléndida del fado "Coimbra" y otras variaciones.

También a Maschio lo acompañó un pianista que hicieron el disfrute de la gente presente en la sala.

Y un lujo fuera de serie fue el invitado con el que contó Mafalda Arnauth: nada más ni nada menos que el talentoso músico y cantante Pedro Aznar, quien cantó junto a la fadista el clásico "Foi Deus", con una sutileza y maestría que llegó al corazón y se llevó todos los aplausos.

Y, si todo esto no alcanzase, cantó la hermosísima canción "Amarraditos".

Delicadeza, fuerza, potencia en la voz, maestría y talento. Todo en una sola persona: Mafalda Arnauth, quien con su arte acercó el fado a los porteños y nos hizo entender, tomando sus propias palabras que, si no fuese fado lo sería igual, porque el fado está en las cosas pequeñas, el fado está en todo y está en cada uno de nosotros.

Y qué bueno que así sea.

Andrea Lopes

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