FADEIROS... ENTREGANDO EL CORAZON EN CADA CANCION
No es la primera vez que los veo en el escenario,
pero cada vez que los escucho aplaudo y disfruto cual si fuera la primera.
Son argentinos, pero cantan, sienten, sufren, gozan
el fado, la música autóctona portuguesa, como si sus raíces fueran de ese país.
Son únicos en lo que hacen porque transmiten el fado
de forma no convencional. Por supuesto está el contrabajo, la guitarra portuguesa
y la criolla, a los que se agregan flautas, clarinetes y otras variedades de
instrumentos musicales que deleitan el alma de aquel que se predispone a entrar
en ese mundo musical que nos lleva a tierras, sonidos y sentires del otro lado
del mundo.
Presenciar un concierto
de Fadeiros es asistir a la verdadera magia de la música, aquella que dice que
es el idioma universal que une a los pueblos, más allá de sus propios
lenguajes.
Ser fadeirense es mucho
más que gustar del fado, es sentir y apreciar esa música desde otro lugar,
sentir que somos “hijos de la madrugada” o aquella mujer que implora que vuelva
el “barco negro” que se llevó a su amor. Pero el fado no es solo sentir el
desgarro de la piel en cada canción. Hay otro fado, aquel que se cuela por los
poros al escuchar a este grupo porteño pero tan portugalizado. Y este grupo,
Fadeiros, nos muestra y nos demuestra que el fado no es solamente tristeza sino
que sus canciones hay alegría y que ésta es transmitida por la sencilla razón
de que cada uno de sus integrantes ama lo que hace, por sobre todas las cosas a
la música, y particularmente al fado, del que hacen versiones realmente
exquisitas.
Escucharlos y verlos es
un sincero disfrute para nuestros oídos, y principalmente para el alma.
Gracias a Fadeiros por
entregar el corazón en cada canción y por hacernos sentir que somos “cada vez
más portugueses”.
Andrea Lopes
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